Hermano
Leonardo Rodríguez
Vicario Parroquial
Leonardo Rodríguez
Vicario Parroquial
Un largo caminar. Así título esta breve historia de mi vida. Nací en Santiago el 21 de septiembre de 1931. Hijo de Mario y de Hilda. Soy el segundo hijo de los dos que Dios les regaló. Mi hermana falleció muy niña. No hubieron más hijos, pues mis padres fallecieron muy jóvenes debido a la gran peste que hubo en Chile en los años 33 y siguiente, en cuya ocasión fallecieron ricos y pobres, pues no existía antídoto alguno para contrarrestarla. Así a los 5 años quedé sin mis padres, quedando bajo la tutoría de unos tíos y, sobre todo, bajo la tuición y cuidado de una gran mujer, la abuela; una mujer culta y con raíces profundamente cristianas, que supo sembrar en mi vida el sentido de Dios y de la vida.
En el año 1948 viajé a Temuco para conocer y pasar un tiempo junto a unos familiares. Gracias a ellos conocí a los Capuchinos en Padre Las Casas. En ese contacto con ellos, paso a paso se fue despertando en mí algo que no lograba entender bien: me sentía atraído a la vida de oración y a compartir con ellos. En un momento dado, el superior, un alemán para mí inmenso, y muy amigo de mi primo, entró en contacto conmigo y conversó sobre el sacerdocio y el Seminario. En realidad, no captaba mucho al respecto, pero ello fue haciendo mella en mí y llegó el momento en que opté por lo que sentía en mi corazón. El año 1949 ingresé al Seminario de San José de Mariquina, donde me recibió el Rector, otro capuchino, el P. Esteban cuya figura y acogida me impactó mucho. Ahí, en el Seminario Menor, complete mis estudios de humanidades bajo la dirección de los capuchinos. Pasaron los años no sé cómo: años que considero los más lindos de mi juventud y que, con el apoyo y dirección delos Padres y en la oración, fui asumiendo que el Señor me llamaba a ser capuchino.El año 1954 ingresé al Noviciado Capuchino en Valdivia e hice mis Primera Profesión en febrero de 1955. Yo me sentía muy feliz. En ese momento tenía 24 años. Era el más viejo del grupo, pero, como alegre, chacotero y buen deportista y con mucha creatividad, siempre- sin quererlo- me tenían como líder.Dentro de todo ese contexto alegre y chacotero, sentía siempre en mi caminar un gran cariño y atracción al silencio y la vida de oración y trataba de vivirla.
El 17 de diciembre de 1961 recibí el Sacramento del Orden Sacerdotal en Valdivia y fui destinado a la Misión de Cunco.En la misión de la Araucanía estuve sirviendo hasta el año 1977, fecha en que mis superiores me pidieron continuar mi servicio en Los Ángeles y ahora acá en Concepción.¡Han pasado los años! Ha sido todo un caminar y, como todo caminar, con sus altos y sus bajos. Como todo caminar, con sus momentos ge gozo y de dolores, donde he vivido y he experimentado la presencia y acción del Señor y donde la oración y la experiencia personal con el Señor ha sido mi fuente de paz y alegría. ¡Gracias a Dios nunca he sido un fraile triste o amargado! He sido y soy feliz de ser Hermano Menor Capuchino. Un fraile con un espíritu de servicio muy cercano con el pueblo, sobre todo en los momentos difíciles de su vida, como la experiencia vivida en Panguipulli.
Sólo me queda decir: ¡Gracias, Señor, por tu gran misericordia y amor y gracias, Madre, porque tu has sido mi amiga y compañera!
Padre Leonardo;le falto los años que estubo en san josé de mriquina como rector del seminario menor san fidel ,alli le conoci y le aprendi a querer mucho, mi familia le debe mucho a usted siempre lo recurdan con gran cariño cuando usted traslado a mi abuelito desde Osorno a San Jose en esa epoca mi familia era muy pobre y usted nos ayudo gracias padre mi madre siempre tiene una oracion para usted ...como igual yo Dios lo bendiga ...
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