Hermano
Héctor Alejandro Campos Méndez
Párroco
“No me eligieron ustedes a mí; fui yo quien los elegí a ustedes" (Juan 15,16), este fue el lema de mis votos perpetuos en la Orden Capuchina. Y esto lo he sentido muy profundo en mi corazón. En Longaví, hace medio siglo vine al mundo donde ya estaban tres hermanos y luego de tanto pedir a Dios una hermanita vinieron dos. Mis padres siempre tuvieron una participación en la Iglesia, sobre todo mi mamá en la parte social, grupo de caritas en ese tiempo. Por el papá vino el amor al testimonio que nos daban los santos y María nuestra madre, por eso, todos los años nos llevaba a los varones a Yumbel en enero y mi mamá en marzo a las dos hermanas. Pero si hay algo que me sorprendía positivamente, era verlo todos los días rezar a su protector san Sebastián en un rincón nuestro patio interior, ahí me preguntaba por lo que estaba detrás de esa imagen y cómo lo experimentaba en el cariño que nos tenía, en el trato, en el cuidado y en la preocupación por todos y cada uno de nosotros. Entonces, muy pequeño descubro un Dios cercano y cariñoso, que se preocupa de mi vida y me acompaña. Mis padres Berta y Juan, ya no están con nosotros, sino que desde el cielo siguen animando e intercediendo por nosotros. Agradezco el don de sus vidas.
Luego vino el testimonio de los religiosos capuchinos que llevaban la parroquia de Longaví, con su rica vida comunitaria y la gran devoción a María que nos fueron inculcando, cómo el amor a Francisco y Clara. Participo en el servicio del altar,como acólito, desde 7º básico a 4º medio, cuando luego de varias jornadas vocacionales soy admitido al Postulantado de los capuchinos.
En el año 1985, el 8 de marzo, realizo mis Votos Perpetuos y luego el 14 de diciembre mi Ordenación Sacerdotal en la ciudad de Los Ángeles. Desde este tiempo a esta parte he vivido momentos muy hermosos y alentadores en la formación de los futuros capuchinos, en las etapas de noviciado y últimamente de Postnoviciado. Han sido años muy felices en mi vida, donde he servido en la Formación, en el Gobierno Provincial y sólo en los años 2003-2005 como párroco en la Parroquia “Jesús de Nazareth”de Hualpén.
Llego a esta comunidad con mucha esperanza, pues queremos caminar con ustedes y acompañarles – acompañarnos, en todos los momentos importantes de nuestra vida y comunidad. Esto me desafía y anima a la colaboración y disponibilidad, a la comunicación y servicio, a la necesidad de escuchar y pedir la gracia de Dios para hacer su voluntad.
Que Francisco y Clara de Asís, nos muestren el camino para seguir siendo fiel al discípulado y seguimiento de Cristo.
Hola Padre Héctor ,hermosa reseña de su vida y de sus comienzos como nace esta vocación sacerdotal, yo soy una de las personas priviligiadas en haberlo conocido y haber sido un guía espuritual en una etapa muy hermosa de mi vida...creo que fue una etapa de grandes desafíos y hermosas vivencias que atesoro hasta el dia de hoy...la vida nos pone personas en el camino, pero algunas se quedan para siempre en nuestra memorua emotiva, una de esas es este sacerdote, el Pollo como le solíamos decir, con cariño todos los jóvenes de la época , en Paine...Te envio un gran abrazo fraterno y le pido a Dios continúes en este bello camino que elegiste, el sacerdocio, haciendo de él un ejemplo de bondad y cariño por servir...te recuerdo y recordaré siempre Paz y Bien para tu vida ...se despide Maria Elena Balcazar de Paine
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